Desde hace semanas que un grupo de estudiantes de 6° Básico de nuestro Colegio ha participando activamente del programa “Ensuciarse para hacer el bien” diseñado por la ONG británica Global Action Plan (GAP) y Unilever Global, y aplicado en Chile por nuestro aliado estratégico Kyklos.
La invitación fue formar parte de este programa mundial, que busca que 10.000.000 de niños y niñas en el mundo se conviertan en agentes de cambio, trabajando con los valores de compasión y empatía, principalmente, e incentivando a los estudiantes a buscar soluciones a los problemas que ellos y ellas ven en el mundo. Actualmente se está realizando en Reino Unido, Tailandia, India y Chile, y muy pronto en Brasil.
En Chile son cuatro les establecimientos educacionales que se han sumado y el Colegio Seminario Pontificio Menor es uno de los que han sido seleccionados por GAP para formar parte de esta iniciativa planetaria.
Para responder a este desafío, Viviana Bahamondes, profesora de Ciencias y Marisol Martínez, Profesora de Religión, lideraron el trabajo interno con nuestros(as) estudiantes y coordinaron cada una de las etapas que permitieron abordar los problemas que identificaron y a los que buscaron una solución.
En concreto, el trabajo de las profesoras con sus estudiantes se dio inicio llevándoles a entender el medio ambiente desde la perspectiva de Dios, a partir del Evangelio de la Creación y la Encíclica Laudato Si («Alabado seas») del Papa Francisco, quien realizó un llamado de atención mundial para ayudar a la humanidad a comprender la destrucción que el hombre está causando al medio ambiente y a sus semejantes.
“Esta denominada `Encíclica verde´ nos pregunta: ¿qué les vamos a dejar a las futuras generaciones? No podemos ser tan egoístas y pensar solo en nosotros. A partir de ello, se relacionó el daño eco sistémico que se produce con la disminución de la población de abejas y con la lenta degradación de las colillas de cigarrillo en el suelo, con la responsabilidad que tenemos todos quienes habitamos este planeta y el futuro que queremos”, relata Viviana, quien además es profesora jefe del curso 5° Básico A.
En base a lo anterior, se organizaron grupos de trabajo para iniciar un proyecto sobre el cuidado de la casa común, haciendo énfasis en la responsabilidad que le cabe a cada persona en el daño al medio ambiente y en la búsqueda de aportes reales para recuperar nuestro ecosistema, desde la ciencia y la conciencia, desde la Fe y la razón.
Y en esta búsqueda, nuestros(as) estudiantes encontraron dos grandes problemas que abordar: la extinción de las abejas y el agente contaminante que suponen las colillas de cigarrillo en los suelos.
Pensando en aumentar la proliferación de nuevas colonias de abejas y ayudar a las actuales, los grupos de trabajo diseñaron contenedores para mantener agua dulce en los árboles del Colegio. Y para lograr que las abejas tengan estabilidad al momento de beber el agua, se incluyeron piedras en el fondo de los contenedores que permiten asegurar la viabilidad de la iniciativa.
A lo anterior, sumaron la instalación de otros contenedores de envases plásticos reutilizados en el exterior del Colegio, para motivar el desecho consiente de las colillas de cigarrillos que se consumen en el frontis de nuestro establecimiento educacional.
Los niños y niñas tuvieron una muy buena acogida cuando se les presentó el proyecto, muy dispuestos al momento de recolectar materiales, investigar, planificar los modelos de bebedero y recolección de colillas, utilizando materiales reutilizados. “Y ello se dio de forma natural en parte importante debido al proyecto de educación ambiental que actualmente desarrolla nuestra Comunidad y que vemos cómo ha ido impactando positivamente en nuestros(as) estudiantes”, asegura Marisol, también profesora jefe del curso 6° Básico A.
Para finalizar, Viviana destacó el reconocimiento recibido por parte de las integrantes del equipo de Kiklos, quienes “al compartir con los estudiantes y conocer los avances del proyecto, constataron que se había realizado una asignación de roles en cada grupo de trabajo y que la dinámica de curso estaba muy estructurada y había dado como resultado estos dos modelos de solución a los problemas detectados”.
Un resultado positivo adicional de esta experiencia consistió en una intervención realizada a los segundos básicos -propuesta por las estudiantes del grupo- que buscó educar a los niveles más pequeños, debido a que para ellas, en estos temas, “se debe educar desde chiquititos” para poder proteger el planeta para las futuras generaciones. Un orgullo ambiental para nuestra Comunidad Semiponti.