En el mundo se desechan tantas colillas como para llenar 80 piscinas olímpicas por segundo y el 70% de los cigarrillos consumidos diariamente en el mundo son desechados al medio ambiente.
Estas fueron parte de las impactantes y preocupantes informaciones a las que tuvieron acceso nuestros(as) estudiantes de los ciclos Mayor y Superior, junto a delegados(as) ambientales de 3° Básico a IV Medio, que ayer asistieron a una exposición que la empresa Imeko realizó en el Colegio, en la cual conocieron una innovadora metodología que enfrenta este agente contaminante.
Y es que el 80% de cada colilla está hecha de plástico no biodegradable, el cual resulta muy perjudicial para el medio ambiente considerando que hay 7.000 compuestos químicos tóxicos en cada colilla que es desechada.
Buscando solucionar este problema global es que Germán Brito y Valery Rodríguez, cuando eran estudiantes de Química Industrial en la Universidad Católica de Valparaíso, descubrieron que el filtro de los cigarrillos era de acetato de celulosa, un plástico no biodegradable que era susceptible de ser reciclado. Ya conformados como equipo con la Ingeniera Comercial Jennifer Araya, este trío de profesionales se propuso el desafío de limpiar las colillas presentes en todas partes y recuperar el plástico que contienen.
Es así como se abocaron a la tarea de recolectar las colillas desde diferentes fuentes, quitarles el papel y el tabaco, para luego sacarles los compuestos tóxicos con la colaboración de una empresa socia. Esa fibra limpia resultante pasa por un proceso mecánico-químico que se transforma en un pellet llamado Celion, que se ha denominado como “el primer pellet del mundo hecho a base de colillas de cigarrillos”.Sus clientes son variables, principalmente empresas donde trabajan muchas personas, edificios corporativos, empresas que trabajan con un patio grande de trabajadores, establecimientos educacionales y empresas mineras. La otra variante de trabajo son los cinco municipios con los que mantienen convenio: Frutillar, Rocas de Santo Domingo, La Serena, Cochrane y Zapallar, todas comunas costeras, donde se han instalado contenedores para evitar que la gente fume en las playas, conducta que ya está penalizada por ley.
Complementariamente, Imeko no se quedó ahí ya que se ha dedicado a realizar una importante labor educativa en establecimientos educacionales, municipalidades y organizaciones interesadas en educar a sus integrantes, colaboradores y públicos de interés.
Hasta el momento han logrado reciclar más de seis millones de colillas y a futuro, esta empresa chilena de base científico-tecnológica proyecta trabajar en cómo reciclar la silicona de los cartridge de las impresoras, los aerosoles y todos los residuos que en general son muy poco reciclados, entregando un muy buen ejemplo de una organización sustentable dedicada al reciclaje y la protección del medio ambiente.
Paulina Capó, expositora de la jornada y especialista en Marketing de Imeko, afirma que “el área de educación ambiental es muy importante para nuestra organización, así como dar a conocer esta problemática asociada a las colillas”, al tiempo que destaca que después de la pandemia “hemos podido retomar las charlas en la V Región y la Región Metropolitana cumpliendo nuestros objetivos de difusión y educación”.
Los grupos de jóvenes, niñas y niños en general, afirma Paulina, se interesan por esta iniciativa, a la mayoría “les sorprende que sea una innovación chilena, que se trate de una metodología única en el mundo, y luego de conocer la historia se proyectan bajo la premisa de que las buenas ideas pueden llegar a cumplirse”, generándose un componente motivacional en el futuro de nuestros(as) estudiantes Semiponti.
El Colegio Seminario Pontificio Menor está certificado por el Ministerio del Medio Ambiente como establecimiento educacional sustentable (2023-2024).