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¿Qué es el Jubileo?

El Jubileo es un evento significativo en la Iglesia católica, un período de gracia, perdón y renovación espiritual. Se celebra cada 25 años y es convocado por el Papa. Su raíz se encuentra en la tradición bíblica del «Año Jubilar«, en el cual se proclamaba un año de liberación, restauración y misericordia.

¿Por qué es en el 2025?

Conforme a la tradición de la Iglesia, cada 25 años se celebra un Año Santo o Jubileo Ordinario. Este evento ofrece a los fieles la oportunidad de recibir indulgencias, hacer las paces con Dios y fortalecer su compromiso de fe. Asimismo, este Jubileo será una ocasión de celebración especial, especialmente tras los retos que la humanidad ha enfrentado en tiempos recientes.

Lema del Jubileo 2025

El Papa Francisco ha declarado que el lema del Jubileo será «Peregrinos de Esperanza«. Este lema nos anima a caminar con fe y plena confianza en Dios, recordándonos que, en medio de las dificultades, el mundo anhela esperanza.

¿A qué nos invita este evento?

El Jubileo es también una invitación a la conversión y la acción. Es un tiempo en el que los cristianos estamos llamados a vivir de manera más profunda nuestra fe y compromiso con Dios.

Durante este periodo, uno de los aspectos más importantes es renovar nuestra fe, participando activamente en la oración, la Eucaristía y el estudio de la Palabra de Dios. Estos actos nos ayudan a fortalecer nuestra relación con el Señor y a profundizar en nuestra vida espiritual.

Asimismo, el Jubileo nos invita a ejercer la misericordia, tanto a través del perdón como del servicio a los más necesitados. Es una oportunidad para vivir el amor cristiano, acercándonos a los que sufren y ofreciéndoles nuestro apoyo y compasión.

Otro llamado del Jubileo es hacer peregrinaciones, visitando los lugares santos y cruzando la Puerta Santa en Roma o en nuestras propias iglesias. Este acto simboliza el viaje espiritual hacia la conversión y la reconciliación con Dios.

Finalmente, el Jubileo nos ofrece la oportunidad de buscar la indulgencia plenaria, un medio de purificación que nos ayuda a reconciliarnos con Dios y a renovar nuestro compromiso de fe. Esta gracia especial nos permite sanar nuestras almas y acercarnos aún más al Señor.

Significado de su logo

La imagen que acompaña este mensaje transmite un poderoso símbolo sobre el camino del peregrino, un recorrido que no es solo individual, sino profundamente comunitario. A medida que avanza hacia la Cruz, la figura de los peregrinos refleja cómo, en la vida, el trayecto se comparte con otros, construyendo una travesía colectiva hacia la fe.

Las olas que se encuentran en la parte inferior de la imagen representan los desafíos y las adversidades que marcan nuestra existencia. La peregrinación, como símbolo de la vida misma, no transcurre en aguas tranquilas, sino en un mar turbulento, reflejando los obstáculos y pruebas que todos enfrentamos a lo largo del camino.

El lema, en un verde vibrante, simboliza la esperanza, un recordatorio de la importancia de dar sentido al presente con una mirada esperanzadora hacia el futuro. Este color verde transmite la urgencia de enfrentar los desafíos actuales, mientras se reconoce que el futuro demanda acción, esfuerzo y una respuesta activa a los tiempos que vivimos.

En la parte inferior de la Cruz, la figura se extiende en forma de ancla, que se impone firmemente sobre las olas agitadas. Esta imagen es una clara metáfora de la esperanza, un ancla que ofrece estabilidad frente a las tormentas de la vida, asegurando que, incluso en medio de la incertidumbre, existe una base sólida que no se puede mover.

Finalmente, la Cruz de Cristo aparece como el símbolo central de fe y esperanza, recordándonos que jamás debemos abandonarla, especialmente en los momentos de mayor dificultad. La primera figura, que se aferra a la Cruz, representa la humanidad que, en su sufrimiento y tribulaciones, se agarra firmemente a la fe, buscando en ella consuelo y fortaleza.

Significado de los colores

El color azul representa la fe, la paz y la tranquilidad, recuerda el cielo y la espiritualidad e invita a la contemplación y la oración. Para nosotros el ciclo inicial representa este color.

El verde simboliza la esperanza, el crecimiento y el renacimiento. Este color representa el ciclo menor.

El amarillo expresa la alegría, la vitalidad y el entusiasmo, la luz que ilumina el camino de fe. Esto se representa en el ciclo mayor.

Y, por último, el rojo simboliza el amor, la pasión y el don de sí, el sacrificio de Cristo y su amor sin limites por la humanidad, también el fuego del Espíritu Santo y su fuerza que anima a los cristianos. Todo esto representado por nuestros hermanos y hermanas mayores del Semiponti, el ciclo superior.

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